¿Sabés correr biomecánicamente bien?

La mayoría de nosotros no tenemos una técnica perfecta para correr.  Casi siempre sacudimos los brazos, caemos sobre los talones y, dado que no vamos muy rápido, no flotamos realmente. Sin embargo nunca pareció importarle a nadie.

Los runners se preocupaban por otras cosas: elongar, entrenar en fuerza, hidratarse, nutrirse, correr. La sabiduría convencional era que tratar de cambiar la forma en que se corre –hacerlo con más gracia, perfección– podía causar más problemas que beneficios. La forma de correr era la forma que uno tenía. En la mayoría de los deportes, técnica y performance están estrechamente relacionadas. El golf, por ejemplo. Los jugadores toman energía de sus caderas, así que el compromiso de la cadera y su rotación están bastante relacionados con cuán lejos y con cuánta precisión un golfista puede lanzar una pelota. Correr es diferente. Cuán rápido se corre tiene que ver más que nada con la bioenergética –cosas internas, como la fortaleza del corazón y la eficiencia muscular– y no tanto con la biomecánica, que es la forma en que ciertas partes del cuerpo se mueven juntas. Si querés ir rápido es mejor en trenar en intervalos que perfeccionar el balanceo de los brazos. Recientemente, sin embargo, este enfoque “siga siga” de la forma de correr ha sido cuestionado en todos los deportes. Mientras tanto, es típico de charla en foros y blogs sobre running. La forma, parece, súbitamente pasó a tener importancia. Hasta hace cinco o diez años, la gente que se preocupaba por la biomecánica era la elite, el medio por ciento… Ahora el interés en la forma de correr se extiende a través del espectro de edades y habilidades. Hay un marcado incremento del interés en el campo de la biomecánica. 

Las cosas empezaron a cambiar en el otoño de 2009, cuando Christo pher McDougall escribió el libro Born to Run. El texto colaboró en inspirar la revolución del correr descalzo o con un calzado mínimo. McDougall cree que las zapatillas modernas causan lesiones, y por un tiempo la revolución se limitó al calzado. Para él, correr con una buena forma significa impactar con el medio del pie, cerca del centro de gravedad del cuerpo; mante- ner una postura alineada y erecta; no caer sobre el talón con la rodilla sin flexionar y una pierna extendida hacia fuera; y evitar el movimiento lateral excesivo: no rotar la parte superior del cuerpo ni patear hacia los costados.

Correr regularmente, no debería ser diferente de jugar al golf: los corredores necesitan una ins-trucción técnica básica, que implica aprender la postura erguida, si quieren mantenerse saludables. Estamos todo el día sentados... ¿cómo podemos esperar nomás pegar un salto y empezar a trabajar, a no ser que tengamos una estrategia al momento de elongar nuestro cuerpo? Los expertos proponen elongar en forma activa y aislada, lo cual combina un abanico de ejercicios de movimiento y elongación para corregir posturas mal alineadas y estirar los músculos adecuadamente. Ahora para lograr tener una buena técnica biomecánica, nada mejor que prestes atención a estos dibujos.