Publicidad

10 leyes para un músculo atlético

¿Por qué no se nota que entrenás cada día? ¿Qué estás haciendo mal? Quizá deberías plantearte si estás cumpliendo con los 10 mandamientos del cuerpo atlético. Nosotros te los contamos.
Tommy Álvarez, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y Máster en Alto Rendimiento Deportivo. -
Primero, antes que le saque provecho a estas leyes, hay que decir una gan verdad. Si tenés demasiada grasa corporal deberás primero "soltar lastre", comenzar un programa de pérdida de grasa que te haga llegar a las condiciones óptimas para poder apuntar a una musculatura atlética.

Pero si movés bien el cuerpo pero no conseguís dar ese "salto" de calidad, entonces creo que vas a tener que quedarte por aquí unos minutos más. Este artículo va dirigido a personas como como vos;, con actitud del "sí o sí".

1 MOVETE COMO UN ATLETA

MejorÁ también tu velocidad, agilidad y coordinación

El secreto más relevante para mejorar el rendimiento y construir músculo es "hacerte más fuerte". Pero no podés quedarte ahí. Una vez que tenés una gran base de fuerza, añade ejercicios para mejorar tu coordinación, velocidad y movimiento.

Cuando se trata de convertirse en “más atlético”, focalizar tus esfuerzos exclusivamente en construir fuerza máxima es tan peligroso como olvidarse de entrenarla. La mayoría de los deportes no se componen de barras y mancuernas, comprenden saltos, lanzamientos, sprints, cambios de dirección y movimientos reactivos, así que debemos incluir este tipo de ejercicios para mejorar el ritmo, la sincronización, la velocidad de pies y la coordinación.

Lo más inteligente será saltar la cuerda primero, antes que tirarte a hacer sprints como un loco. Los movimientos de alta velocidad, y todo lo que requiera cambios de dirección, crean alto estrés en las articulaciones, ligamentos y tendones, así que utiliza los saltos con cuerda o comba para mejorar la coordinación y acondicionar tus tejidos a los impactos antes de comenzar con tus sprints.

Comenzá con 2-3 sesiones/semana de 15 minutos de saltos a la cuerda y luego pasá gradualmente al trabajo de sprints.

2 INCLUÍ SALTOS Y LANZAMIENTOS

Incrementan tu rendimiento a corto y largo plazo

Construir un cuerpo atlético va de ser capaz de manejar lo que la vida te tira. Debés aumentar la capacidad de tus músculos, articulaciones, ligamentos y sistema nervioso para trabajar unidos como una máquina de alto rendimiento.

2-3 veces por semana añade saltos y lanzamientos a tu entrenamiento, después de tu activación o calentamiento activo. Te va a ayudar a incrementar la capacidad neuromuscular de tu cuerpo y transferir la fuerza ganada a potencia y condición atlética.

Además, mejorarás el reclutamiento de fibras musculares rápidas, mayoritariamente responsables del rendimiento, de las mejoras en la fuerza y de las ganancias musculares. Es decir, aumentas las posibilidades de éxito en tu entrenamiento a corto y largo plazo.

Elegí un movimiento de tren superior y otro para tren inferior (por ejemplo, lanzamientos de balón medicinal contra en suelo y saltos en longitud a 2 piernas) y realizá 3 series de 5 repeticiones antes de tu primer ejercicio de fuerza, 2 veces a la semana.

3 CONSTRUÍ UNA BASE DE FUERZA

Mejora tu fuerza absoluta para mejorar la relativa

La fuerza relativa es la cantidad de fuerza en relación al peso y tamaño muscular. Refleja la capacidad de alguien para controlar y mover su cuerpo a través del espacio. En general, las personas con mayor peso corporal tienen una mayor fuerza absoluta (son capaces de "mover" más kilos), pero no ocurre así con la fuerza relativa, que es la que determina nuestras capacidades atléticas en la mayoría de las especialidades deportivas.

Construir una base de fuerza mejora tu fuerza relativa, mejora tu habilidad para generar fuerza en relación a tu peso corporal. Es decir, moverás más fácilmente tu cuerpo en el espacio. Esto tiene importancia ya que quieres un cuerpo que rinda igual que aparenta: ¡Atlético! Eso sí, necesitás ambas, fuerza absoluta y relativa, para maximizar tu rendimiento dentro y fuera del gimnasio.

Aumenta la fuerza relativa mejorando tu fuerza absoluta en los grandes movimientos como peso muerto, squats, press, etc.
Luego, poné a prueba la fuerza relativa con actividades que requieran que te muevas con tu peso corporal, como saltos en vertical, saltos en longitud, chin ups, push ups, etc.

4 TENÉ EN MENTE LA DEMANDA NEURAL

Hacé al principio los ejercicios de más intensidad

La demanda neural son los requisitos del sistema nervioso para la ejecución ideal de un ejercicio.

Para rendir de forma óptima y reducir tus posibilidades de lesión, programa teniendo en cuenta esta demanda del sistema nervioso.
"Al diseñar y preparar tu programa, sitúa los ejercicios de mayor demanda neural al principio de la semana, y al principio de cada sesión".

Si machacas tus squats o peso muerto cuando estás excesivamente fatigado, el sistema nervioso no enviará señales a tus músculos con la suficiente velocidad como para permitir una ejecución técnica óptima.
Si sos incapaz de generar fuerza máxima estarás reduciendo la efectividad de tu entrenamiento a la vez que aumentando el riesgo de lesionarte debido a cambios en la técnica de la ejecución. Mantené los movimientos intensos al principio, luego movete hacia repeticiones más altas con cargas más bajas.

5 REALIZA EJERCICIOS ANALÍTICOS COMO COMPLEMENTO

Introducí al final de tus sesiones bloques específicos

Hay una evidencia abrumadora de que los ejercicios aislados o analíticos (dirigidos a un bloque muscular muy concreto) ayudan a construir músculo. La hipertrofia específica no debe ser tu principal arma, pero tiene sus beneficios. Aparte de equilibrar la naturaleza "asimétrica" de muchas actividades deportivas y ayudarte a tener un mejor desnudo, el área de sección transversal del músculo puede mejorar las capacidades de generar fuerza y proporcionar un apoyo estructural para la prevención de lesiones.

Dicho esto, no te vas a beneficiar mucho del trabajo aislado hasta que construyas una base de fuerza significativa. Olvitate, por ahora, de curls de bíceps con mancuernas de 10 kg y esfuérzate en hacer dominadas.
Ponete fuerte, hacé trabajo aislado al final de tu sesión de entrenamiento en bloques de 10-15 minutos.

Acá te dejamos un ejemplo de este bloque de trabajo para hombros:

A1) Elevaciones con mancuernas agachado 3x12

A2) Elevaciones laterales de pie 3x12

A3) Elevaciones frontales con disco 3x12

Realizá todos los ejercicios de forma seguida y luego descansa 60-90 segundos. Completa este proceso 3 veces.

Primero, antes que le saque provecho a estas leyes, hay que decir una gan verdad. Si tenés demasiada grasa corporal deberás primero "soltar lastre", comenzar un programa de pérdida de grasa que te haga llegar a las condiciones óptimas para poder apuntar a una musculatura atlética.

Pero si movés bien el cuerpo pero no conseguís dar ese "salto" de calidad, entonces creo que vas a tener que quedarte por aquí unos minutos más. Este artículo va dirigido a personas como como vos;, con actitud del "sí o sí".

1 MOVETE COMO UN ATLETA

MejorÁ también tu velocidad, agilidad y coordinación

El secreto más relevante para mejorar el rendimiento y construir músculo es "hacerte más fuerte". Pero no podés quedarte ahí. Una vez que tenés una gran base de fuerza, añade ejercicios para mejorar tu coordinación, velocidad y movimiento.

Cuando se trata de convertirse en “más atlético”, focalizar tus esfuerzos exclusivamente en construir fuerza máxima es tan peligroso como olvidarse de entrenarla. La mayoría de los deportes no se componen de barras y mancuernas, comprenden saltos, lanzamientos, sprints, cambios de dirección y movimientos reactivos, así que debemos incluir este tipo de ejercicios para mejorar el ritmo, la sincronización, la velocidad de pies y la coordinación.

Lo más inteligente será saltar la cuerda primero, antes que tirarte a hacer sprints como un loco. Los movimientos de alta velocidad, y todo lo que requiera cambios de dirección, crean alto estrés en las articulaciones, ligamentos y tendones, así que utiliza los saltos con cuerda o comba para mejorar la coordinación y acondicionar tus tejidos a los impactos antes de comenzar con tus sprints.

Comenzá con 2-3 sesiones/semana de 15 minutos de saltos a la cuerda y luego pasá gradualmente al trabajo de sprints.

2 INCLUÍ SALTOS Y LANZAMIENTOS

Incrementan tu rendimiento a corto y largo plazo

Construir un cuerpo atlético va de ser capaz de manejar lo que la vida te tira. Debés aumentar la capacidad de tus músculos, articulaciones, ligamentos y sistema nervioso para trabajar unidos como una máquina de alto rendimiento.

2-3 veces por semana añade saltos y lanzamientos a tu entrenamiento, después de tu activación o calentamiento activo. Te va a ayudar a incrementar la capacidad neuromuscular de tu cuerpo y transferir la fuerza ganada a potencia y condición atlética.

Además, mejorarás el reclutamiento de fibras musculares rápidas, mayoritariamente responsables del rendimiento, de las mejoras en la fuerza y de las ganancias musculares. Es decir, aumentas las posibilidades de éxito en tu entrenamiento a corto y largo plazo.

Elegí un movimiento de tren superior y otro para tren inferior (por ejemplo, lanzamientos de balón medicinal contra en suelo y saltos en longitud a 2 piernas) y realizá 3 series de 5 repeticiones antes de tu primer ejercicio de fuerza, 2 veces a la semana.

3 CONSTRUÍ UNA BASE DE FUERZA

Mejora tu fuerza absoluta para mejorar la relativa

La fuerza relativa es la cantidad de fuerza en relación al peso y tamaño muscular. Refleja la capacidad de alguien para controlar y mover su cuerpo a través del espacio. En general, las personas con mayor peso corporal tienen una mayor fuerza absoluta (son capaces de "mover" más kilos), pero no ocurre así con la fuerza relativa, que es la que determina nuestras capacidades atléticas en la mayoría de las especialidades deportivas.

Construir una base de fuerza mejora tu fuerza relativa, mejora tu habilidad para generar fuerza en relación a tu peso corporal. Es decir, moverás más fácilmente tu cuerpo en el espacio. Esto tiene importancia ya que quieres un cuerpo que rinda igual que aparenta: ¡Atlético! Eso sí, necesitás ambas, fuerza absoluta y relativa, para maximizar tu rendimiento dentro y fuera del gimnasio.

Aumenta la fuerza relativa mejorando tu fuerza absoluta en los grandes movimientos como peso muerto, squats, press, etc.
Luego, poné a prueba la fuerza relativa con actividades que requieran que te muevas con tu peso corporal, como saltos en vertical, saltos en longitud, chin ups, push ups, etc.

4 TENÉ EN MENTE LA DEMANDA NEURAL

Hacé al principio los ejercicios de más intensidad

La demanda neural son los requisitos del sistema nervioso para la ejecución ideal de un ejercicio.

Para rendir de forma óptima y reducir tus posibilidades de lesión, programa teniendo en cuenta esta demanda del sistema nervioso.
"Al diseñar y preparar tu programa, sitúa los ejercicios de mayor demanda neural al principio de la semana, y al principio de cada sesión".

Si machacas tus squats o peso muerto cuando estás excesivamente fatigado, el sistema nervioso no enviará señales a tus músculos con la suficiente velocidad como para permitir una ejecución técnica óptima.
Si sos incapaz de generar fuerza máxima estarás reduciendo la efectividad de tu entrenamiento a la vez que aumentando el riesgo de lesionarte debido a cambios en la técnica de la ejecución. Mantené los movimientos intensos al principio, luego movete hacia repeticiones más altas con cargas más bajas.

5 REALIZA EJERCICIOS ANALÍTICOS COMO COMPLEMENTO

Introducí al final de tus sesiones bloques específicos

Hay una evidencia abrumadora de que los ejercicios aislados o analíticos (dirigidos a un bloque muscular muy concreto) ayudan a construir músculo. La hipertrofia específica no debe ser tu principal arma, pero tiene sus beneficios. Aparte de equilibrar la naturaleza "asimétrica" de muchas actividades deportivas y ayudarte a tener un mejor desnudo, el área de sección transversal del músculo puede mejorar las capacidades de generar fuerza y proporcionar un apoyo estructural para la prevención de lesiones.

Dicho esto, no te vas a beneficiar mucho del trabajo aislado hasta que construyas una base de fuerza significativa. Olvitate, por ahora, de curls de bíceps con mancuernas de 10 kg y esfuérzate en hacer dominadas.
Ponete fuerte, hacé trabajo aislado al final de tu sesión de entrenamiento en bloques de 10-15 minutos.

Acá te dejamos un ejemplo de este bloque de trabajo para hombros:

A1) Elevaciones con mancuernas agachado 3x12

A2) Elevaciones laterales de pie 3x12

A3) Elevaciones frontales con disco 3x12

Realizá todos los ejercicios de forma seguida y luego descansa 60-90 segundos. Completa este proceso 3 veces.

Publicidad

6 PERIODIZÁ TU ENTRENAMIENTO

Debés recuperar para lograr tus objetivos

No se trata de no entrenar, sino de facilitar la recuperación. No recuperar adecuadamente es lo que aleja a muchos de conseguir sus objetivos. Para descargar adecuadamente, necesitás entender la adaptación y la respuesta al estrés. Tomá aire que esto va todo corrido: El síndrome de adaptación general (SAG) dice que el cuerpo viaja a través de una serie específica de respuestas (a corto plazo) y adaptaciones tras ser expuesto a un estrés externo (a largo plazo).

Deberás descargar tus estímulos tanto para no crear estancamientos (en los que no hay mejoras) como para resetear y volver a crear adaptaciones óptimas. La frecuencia de esta descarga varía dependiendo de tus objetivos, experiencia, requisitos deportivos y número de sesiones por semana que realices.
Una descarga puede funcionar de varias maneras. Puedes intentar alguna de las siguientes variables:

 DESCARGAS
Series

Haz menos series por ejercicio, 2 en vez de 3, por ejemplo.

Repeticiones

Haz menos repeticiones con el mismo peso, 6 en vez de 10, por ejemplo.

Peso Usa aproximadamente el 60% de la carga con la que entrenabas previamente, pero mantén las mismas series y repeticiones, por ejemplo.

Hacé menos series por ejercicio, 2 en vez de 3, por ejemplo.REPETICIONESHaz menos repeticiones con el mismo peso, 6 en vez de 10, por ejemplo.Peso usá aproximadamente el 60% de la carga con la que entrenabas previamente, pero mantén las mismas series y repeticiones, por ejemplo.Variar la intensidad y el volumen de tu entrenamiento es necesario para el rendimiento óptimo.

7 USÁ LA SOBRECARGA PROGRESIVA

Sentite modo estando incómodo

Squats, press (empujes) y pulls siguen siendo los mejores movimientos para construir músculo magro y fuerza. En orden a maximizar estos ejercicios, necesitarás, de forma progresiva, sobrecargar tu cuerpo. Y no, en este caso sobrecargar no es un término negativo.

Significa que añadir peso, disminuir tiempos de descanso o aumentar el volumen de entrenamiento, es esencial para el éxito a largo plazo. Llevá tu cuerpo más allá de sus habilidades, incomodalo o no "crecerás".

Al final del día, examiná cómo entrenaste y qué tienes que hacer para mejorar mañana. No te quedes haciendo lo de siempre.

"Sentirte cómodo estando incómodo" será imperativo para tu rendimiento a largo plazo.

8 ANALIZÁ EL RIESGO Y LA RECOMPENSA

¿Te compensa hacer un ejercicio o un tipo de entrenamiento?

Todo es una herramienta y requiere un análisis de riesgos respecto a los beneficios. Por ejemplo, el press de hombros tras nuca es un gran constructor de musculatura, pero en ciertos individuos con escasa movilidad de hombro puede crear pinzamiento y disfunción. De la misma manera, realizar squats hasta prácticamente sacudir el polvo del suelo con tu culo puede activar mejor tu musculatura, pero puede comprometer a tu columna lumbar.

¿Vale la pena para vos? Esa es la pregunta que debés hacerte. Cada ejercicio es una herramienta, no la solución final.

Existen docenas de ejercicios que entrenan los mismos músculos y movimientos. Elegí los que minimizan el riesgo.

9 AUMENTÁ LA FRECUENCIA DE ENTRENAMIENTO

¿Cómo serías más fuerte, haciendo squats en 50 sesiones al año o en 100 sesiones al año? La Lógica dice que en 100, pero ¿por qué? La exposición constante al estímulo es vital para aprender nuevos patrones de movimiento, permitiéndote ser mejor en los ejercicios de forma más rápida.

Si bien esto no quiere decir que deberías entrenar cada patrón de movimiento a diario, realizar rutinas de cuerpo total que enfaticen en grandes movimientos te ayudará a mejorar tu técnica y acelerar tu hipertrofia.

Esta es la idea, una alta frecuencia de entrenamiento es una obviedad desde el punto de vista del aumento de síntesis de proteína y la adquisición de habilidades. Entrena de forma más frecuente y ajusta tu volumen diario y descansos como necesites.

Mejor 40 minutos 5 días, que una hora 3 días a la semana.

10  ¡DURO!

Ponele orgullo, pasión y perseverancia

Esto va de orgullo, pasión y perseverancia. Orgullo para salir a la “cancha” y tomar el riesgo, independientemente de lo que piense cualquiera. Pasión para ser implacable en tu dirección.
Perseverancia para sortear los obstáculos que, inevitablemente vas encontrar.
Entrenar de esta forma es fundamental para construir un cuerpo duro y atlético. Saber lo que tenés que hacer es genial, pero eso solo no te conduce a los resultados. La emoción y la motivación están muy bien, pero lo único que conduce al resultado final es LA ACCIÓN.

Publicidad
Te recomendamos

Las Nike Pegasus son parte de la historia viva del running. En sus 35 años de vida fu...

A lo largo de su historia, Nike realizó varias versiones de Pegasus, respetando la im...

Salomon comienza apostando fuerte este otoño con un calzado innovador......

Rumbo al Mundial 2019, la Confederación Argentina de Basquetbol presenta la nueva ind...

Hablamos con Gonzalo Martinez -especialista en tecnología aplicada al deporte- para q...

Utilizamos cookies propias y de terceros para facilitar y mejorar la navegación, mostrarte contenido relacionado con tus preferencias y recopilar información estadística. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. Más información.