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Coloca la tabla por delante, con los brazos extendidos, y haz patada de crol con un batido ágil y rápido. Puedes llevar la cabeza todo el rato fuera o colocarla en prolongación del tronco y sacarla para respirar cada cierto número de patadas. Muy importante: el movimiento parte de la cadera: la rodilla y tobillo deben estar sueltos y relajados, como si tu pierna entera fuera un látigo.
Las remadas son un excelente ejercicio para ganar sensibilidad y mejorar la técnica de brazada. Para hacer remadas haces desplazamientos laterales de los brazos, de derecha a izquierda, cambiando la orientación de la mano de forma que sientas siempre la presión del agua en la palma.
Con estos movimientos, a pesar de ser laterales consigues avance hacia delante, de forma similar a lo que ocurre con una hélice, que se mueve perpendicularmente al sentido de la marcha. En este ejercicio que nos propone David combinamos las remadas con la patada de crol.
Colócate el pull-buoy entre los muslos y haz el movimiento de brazos completo, como lo harías con el nado normal. David usa a menudo palas para trabajar más intensamente, pero es una opción que no recomienda a los nadadores debutantes.
Si estás empezando necesitas varios meses antes para acondicionar tu cuerpo, de lo contrario es fácil que sufras una tendinitis en el hombro, o cualquier otra lesión derivada de la sobrecarga que suponen las palas.
A este ejercicio se le llama punto muerto porque hay un momento en el que los brazos se quedan “en punto muerto”, sobre la tabla, los dos extendidos adelante y sin movimiento. Es un clásico ejercicio de crol, muy bueno para asimilar la técnica.
Se puede hacer con un solo brazo o con los dos. En un crol de 6 tiempos, para hacerlo con un brazo damos tres patadas coincidiendo con una brazada, otras tres patadas con el brazo inmóvil y reiniciamos la brazada de nuevo con el mismo lado. Cuando lo hacemos con los dos brazos la diferencia es que al reiniciar la brazada lo hacemos con el brazo contrario.
Hacemos la brazada sólo con un brazo, el otro está sujetando una tabla en el pecho con lo que cambia la flotación y tenemos sensaciones diferentes.
Este ejercicio está especialmente indicado para ayudar a colocar bien el codo, que tiene que ir bien alto, durante toda la fase de recobro. No tienes más que ir rozando con el dedo pulgar todo el costado mientras el brazo avanza por el aire para iniciar una nueva brazada.
Otro ejercicio de los que realiza David es llevar el codo por fuera del agua y la mano por dentro al hacer el recobro. Sirve para corregir errores como las diferencias en la tracción entre un brazo y el otro y para colocar mejor los brazos.
Cuando David nada en el mar recurre cada cierto tiempo a esta maniobra para poder ver dónde se encuentra y orientarse. Prueba a elevar tu cabeza, por delante, mientras braceas. Es posible que al hacerlo bajen algo las piernas, lo cual te frenaría ligeramente. Con la práctica lograrás mantenerte horizontal.
Si te cuesta coordinar la patada, haciéndola con aletas vas a tenerlo mucho más fácil porque te van a transmitir una nítida sensación de impulso y te van a “enseñar” a hacer el movimiento "tipo látigo" de las piernas.
Empieza con suavidad, si no tienes los tobillos flexibles puedes sentir molestias, ya que la aleta fuerza más la extensión del pie. El talón es lo único que ha de sobresalir, como mucho, ligeramente del agua.
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