Publicidad
En pleno verano, cuando parece que la suela de tus zapatillas está por derretirse en el asfalto, hasta el corredor más obsesionado con el running siente la tentación de cambiar el piso firme por el medio acuático.
Para el resto de los mortales siempre es un placer entrenar en el agua y el aqua running es una refrescante opción que exige al cuerpo y lo entrena cardiovascular y musculoesqueléticamente.
Correr en el agua te prepara para los entrenamientos duros, mantiene el VO2 máximo, mejora la sensación de recuperación y, gracias a la flotabilidad, las articulaciones no sufren impacto y evitás lesiones.
¿CÓMO EMPIEZO EN EL AQUA RUNNING?
Una de las opciones es elegir una zona profunda donde no hagas pie y copiar el gesto de correr contra la resistencia del agua. Un cinturón de flotación –o un flota flota- puede ayudarte a mantenerte erguido y estable. Erguido, con una ligera inclinación y la mirada hacia delante, corre como harías normalmente en una superficie sólida, empujando con las manos el agua hacia atrás. No vas a desplazarte mucho hacia adelante, pero el esfuerzo es lo que cuenta.
¿CÓMO ES LA MECÁNICA DE MOVIMIENTO?
La resistencia del agua te permite experimentar distintas opciones con las piernas. Intentá correr levantando las rodillas o caminar en el sitio, doblar las rodillas ligeramente y mover las piernas como si estuvieses esquiando fuera de pista o efectuar movimientos de carrera con una zancada más larga.
¿CÓMO MIDO LA INTENSIDAD DE CADA SESIÓN?
Para ajustar tu ritmo, compará tus sensaciones de esfuerzo mientras corres en el agua con las que tenés cuando lo haces en asfalto (también podés usar un medidor de frecuencia cardíaca sumergible).
Otra alternativa es utilizar tus tiempos cuando corres en suelo firme como referencia. Por ejemplo, si acosatumbrás hacer una sesión de pasadas (10 x 200 metros), usa el tiempo de los 200m (60 segundos) y corré en la pileta una sesión de 10 repeticiones de un minuto a ritmo intenso.
¿CUÁNTO DEBERÍAN DURAR LAS SESIONES?
Comenzá con un entrenamiento semanal de 30 a 45 minutos para acostumbrarte y asimiliar el trabajo. Después podés aumentar la frecuencia a dos días a lo largo de una hora.
Lo importante es que es una actividad que, si bien es muy placentera en verano –por el calor-, la podés mantener durante todo el año en pileta cubierta y hacerla parte de tus rutinas de entrenamiento cruzado.
Te hace sentir imparable e inspirada para hacer del deporte un estilo de vida. La col...
¿Sos de sumar muchos kilómetros en cada corrida? Te explicamos qué tecnología usó Ree...
Acaban de presentarse en Argentina. Estas son nuestras primeras impresiones de la zap...
Que mejor que la capitana de adidas Runners nos cuente cómo le cambió la vida sumarse...
Hablamos con Gonzalo Martinez -especialista en tecnología aplicada al deporte- para q...