Publicidad

Cuando es momento de parar (y volver a arrancar)

¿Te pasó sentir que perdiste el rumbo o que te falta motivación para entrenar? Nos pasa a todos en algún momento. Te ayudamos a regenerar el entusiasmo.
Por María Noel Lucano Lic. en Psicología UBA - MN 34260. Especializada en coaching ontológico -

Es probable que si esto no está pasando ahora, ya te haya pasado en algún momento.

Sentirte agobiado, desganado, desmotivado, con pocas ganas de entrenar  y con esta percepción de haber perdido el rumbo o el sentido de lo que estás haciendo. Porque muchas veces nos convertimos en autómatas que terminamos haciendo cosas sólo por el hecho de hacerlas sin registrar el porqué y el para qué de aquello que alguna vez elegimos hacer.

Quizás una serie de obstáculos en tu negocio te desbordaron, o un problema en tu profesión te agobia, no podes dormir, tenés una crisis de angustia o las ganas de abandonar todo y encerrarte en tu habitación y acostarte a dormir por unos cuantos días.

Impotencia, bronca, miedo, desesperación y la sensación de no poder más y tener la cabeza quemada.

Si algo de esto te pasa, es el momento de parar un poco, dejar de salir corriendo a apagar incendios y recalcular. Solo de esta manera, vas a poder replantearte cómo continuar el entrenamiento, con otro enfoque y acciones más concretas y efectivas que no nos hagan perder energía y tiempo.

¿Qué podemos hacer cuando nos sentimos en este estado de desconexión entre lo que alguna vez elegimos y deseamos hacer y lo que estamos haciendo ahora?

Probablemente sea momento de no hacer nada. 

Momento de parar, detenerte, escucharte, registrarte, dejar las acciones autómatas de lado y empezar a sentir.

1- Sentir si lo que estás haciendo ahora, está alineado con lo que en algún momento elegiste hacer.

2- Sentir si estás respetando tus principios, tus valores, tus deseos.

3- Observar si las acciones que llevaste a cabo el último tiempo te estaban acercando o alejando de la meta a la que querés llegar.

4- Percibir qué le está sucediendo al cuerpo, que manifiesta lo que te pasa y lo que necesitas. Tal vez requiera más descanso, más ocio, más placer.

5- Registrar tu nivel de motivación, el gusto por lo que estás haciendo. Y en caso de encontrarte desmotivado, rodearte de personas y/lugares que te inspiren, te permitan “abrir” la cabeza, te generen deseos de crear. Viajar, conocer lugares y personas novedosas, pedir ayuda.

6- Conectarte con gente real, salir de tanta red social para encontrarte con “el otro” real, cara a cara, de frente y sin “caretas”.

El hecho de parar nos permite mirar desde otra perspectiva nuestro camino, como espectadores de nuestro propio escenario. Observar con otra mirada no tan enviciada, tomar distancia y animarnos a consultar, a salir de la omnipotencia y de la creencia de que tenemos que saber y poder todo.

Aprender a escucharse

Al entrar todo el tiempo  en la comparación con los otros  nos desdibujamos y dejamos de registrarnos a nosotros mismos,  por el hecho de seguir paradigmas impuestos. Al principio vienen  impuestos por otros (nuestras familias, los vínculos más cercanos, la sociedad y la cultura que nos atraviesa). Pero luego terminamos siendo nosotros mismos los que nos los autoimponemos.

Justamente porque dejamos de escucharnos a nosotros mismos, y priorizamos lo que otro dice, por comodidad, por repetición, por inercia.

Para evitar caer en esa situación o en este estado, te invito a que te preguntes y te respondas genuinamente

 ¿Qué querés? ¿Vos, real y genuinamente que querés? ¿Para qué lo que querés?  ¿Qué estás dispuesto a hacer para lograr eso que querés?

Salí de las respuestas abstractas y aventurate a ser sincero con vos y a ser concreto, realista. La ambición es sana y necesaria para poder crecer, pero ser necio es otra cosa y solo te estanca y enceguece.

Dejá de correr y empezá a caminar con pasos sólidos, firmes seguros y por sobre todas las cosas: los pasos que a vos te hagan sentir bien y te permitan fluir.

¿Cuándo es en definitiva, el momento óptimo para parar y poder luego volver a arrancar?

Es importante, que registres lo que te está sucediendo y el nivel de agobio que probablemente vengas sintiendo y hayas naturalizado a tal punto que ya casi ni lo registres. Esta es una señal de alerta para parar, frenar, tomar aire y recién ahí recalcular, así vas cómo y cuándo volver a empezar.

Si querés profundizar más te recomendamos hacer click acá  www.marianoellucano.com

También te puede interesar

¿Estás considerando comenzar a aumentar tu velocidad al correr? Acá te terminamos de convencer con estos beneficios que te trae el entr...

Los HIIT (el entrenamiento a intervalos de alta intensidad) se establecieron como un nuevo tipo de entrenamiento efectivo en diferentes...

No importa si solo hacés actividad física o sos un atleta, todos necesitamos un plus a la hora de enfrentar objetivos y, aunque no lo c...

Te recomendamos

Te hace sentir imparable e inspirada para hacer del deporte un estilo de vida. La col...

¿Sos de sumar muchos kilómetros en cada corrida? Te explicamos qué tecnología usó Ree...

Acaban de presentarse en Argentina. Estas son nuestras primeras impresiones de la zap...

Que mejor que la capitana de adidas Runners nos cuente cómo le cambió la vida sumarse...

Hablamos con Gonzalo Martinez -especialista en tecnología aplicada al deporte- para q...

Utilizamos cookies propias y de terceros para facilitar y mejorar la navegación, mostrarte contenido relacionado con tus preferencias y recopilar información estadística. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. Más información.